- ¿Por qué esa mirada tan llena de silencio? –preguntó el anciano Hari.
- Por la soledad que hoy abrazo –respondió la Griot nebur con voz desvanecida. Ante su antiguo amigo era poco lo que podía ocultar, y de cualquier modo no quería ocultarle nada en ese momento.
- ¿Ya la dejaste ir? – preguntó el.
- Sí.
- ¿Se fue feliz?
- No lo sé… creo que sí… tal vez sí…
La Griot Nebur suspiró, miró al horizonte y agregó: -No lo sé, me gustaría saberlo.
El anciano Hari alzó su mano arrugada, y con esos ojos dulces pero ciegos desde muchos años atrás le sonrió: -te pregunto de nuevo, Griot, ¿Por qué esa mirada tan llena de silencio? ¿El fuego que te desgarra no es el mismo que te dio la vida? ¿El dolor que sientes y el miedo que te abraza, no es lo que te hace feliz?
La Griot Nebur calló por varios minutos, al cabo de los cuales respondió: -No lo sé, Hari. Quiero creer que sí.
Fokker D.VII de Ernst Udet
Hace 8 años.